Debes de ponerte a pensar, ¿qué entorno favorece más a tu deseo? Si quieres bajar de peso y en la cocina tienes chocolates, dulces, refrescos, comida chatarra, ¿qué crees que vayas a hacer si tienes algún antojo? ¿Ir a la tienda por algo saludable, o tomar lo primero que veas en la alacena?

En muchas ocasiones, hacemos lo que es más fácil, no lo que es mejor.

Es más sencillo tomar el refresco que ya tienes a un lado que levantarte e ir a la cocina por un vaso de agua. Es más simple ponerle posponer a la alarma que levantarte e iniciar tu día. Es más cómodo ir a comer a un restaurante de comida rápida, que prepararte algo nutritivo.

Tienes que hacer que las cosas malas se vuelvan difíciles de hacer, y las cosas buenas sean fáciles de realizar. Si quieres dejar de tomar refresco, no tengas ninguno en la casa y por el contrario ten varias botellas de agua, inclusive esparcidas en diferentes lugares. Notarás que cuando te de sed, preferirás tomar agua que salir de la casa a comprar una bebida azucarada.

Dicen que eres el promedio de las siete personas con las que más tiempo convives. Si quieres impulsar tu negocio, tal vez lo más recomendable sea decirle a esos amigos que te invitan cada fin a fiestas, que te tomarás unas vacaciones por seis meses, o que sólo podrás salir una vez por mes. Y en su lugar, empezar a juntarte con empresarios.

Un principio hermético dice que como es dentro es fuera, y es cierto, tus pensamientos crean la realidad, pero es un camino de dos vías, la realidad (que ves o te cuentan) también crea tus pensamientos. Si en las noticias ves destrucción, vivirás con miedo. Si miras un programa de comedia, vivirás con risa. Todo lo que tienes a tu alrededor importa, pues te está creando. Sólo recuerda que ni muy muy ni tan tan, no se trata de vivir en un mundo de fantasía que es irreal.

Es cierto que si tienes una perspectiva de ver todo negativo, no importa que estés en una playa paradisíaca, te quejarás del calor en lugar del disfrutar de la experiencia. Pero también es cierto que no importa te sientas súper feliz, si entras en un callejón tenebroso, tu estado cambiará en un instante a estar preocupado.

Otro ejemplo del entorno es la energía, esto se aprecia más en Estados Unidos, ¿Te sientes con una energía tecnológica? Ve a Silicon Valley, ¿quieres tener una energía del séptimo arte? Ve a Hollywood, ¿de apuestas y entretenimiento nocturno? Las Vegas, ¿obras musicales? Broadway.

Acá en México, muchos artistas se vinieron a vivir a la Ciudad de México porque si querían triunfar, este era el mejor lugar para hacerlo en cuanto a la televisión se refiere. Con la llegada del Internet las cosas cambiaron y ya no necesariamente es así, pero en algún momento lo fue.

Debes de cuidar tanto tus pensamientos como el entorno en el que convives. No estoy diciendo que te cambies de ciudad. De ser necesario, posible y esté en alineación con aquello que deseas conseguir, hazlo.

Puedes empezar con tu casa, si sabes que al llegar del trabajo lo que haces es prender la televisión, pero realmente lo que quieres hacer es trabajar en tu negocio, leer un libro, o hacer ejercicio, puedes quitarle las pilas al control cada vez que termines de verla, de esta forma, cuando quieras hacerlo, tendrás que buscar las baterías, o ponerte a hacer la actividad que sabes necesitas realizar.

Si te cuesta trabajo levantarte, pon el despertador lo más lejos de tu cama, de esa forma cuando te pares a apagarlo, ya estarás de pie y listo para iniciar tu día.

Utiliza tu entorno a tu favor y tu vida cambiará.

Haz que las cosas que te alejan de tu deseo sean de difícil acceso y las que te acerquen a este, fácil de hacer u obtener.

¿Qué esperas? Empieza a adecuar tu entorno de una vez.