Si no estás planificando, estás dejando tu vida a la suerte

Cuanto antes comiences a planificar tu vida, antes vivirás la vida que sueñas”. -Hans Glint.​

Este planificador está bastante completo. Incluye 4 áreas importantes a desarrollar: Mente, cuerpo, conexión y propósito.

Es semanal porque seamos honestos, cuando las cosas son a largo plazo, son más difíciles de conseguir. ¿Cuántos deseos de fin de año llevas ya cumplidos? Al ser de forma semanal, el avance se sentirá mucho más dinámico, por lo tanto, estarás más motivado, y en dado caso, podrás implementar correcciones más rápido.

Mente: El conocimiento es poder

Cultivar la mente y conectar con ella es muy importante, ya que todo empieza con un pensamiento. La mentalidad es el cemento de los edificios, puedes construirlo con miles de ladrillos, pero si estos no están pegados, se caerá con la más ligera oportunidad.

Puedes desarrollar tu mente con diversas actividades como el meditar, leer, ver documentales, conversar con la mente abierta, etc.

Tu mentalidad es tu forma de ver la vida. Es la que define si el vaso está medio vacío o medio lleno.

Es tu consciencia, y a mayor nivel de consciencia, mejor calidad de vida tendrás.

Cuerpo: Es el único lugar que tienes para vivir

Nuestro cuerpo es lo más importante. Para una persona que le duele la cabeza y tiene fiebre, le es imposible pensar en cómo conseguir más dinero, cómo hacer feliz a su pareja, ni siquiera es capaz de pensar en lo que desea (fuera de curarse).

Tu nivel de energía es equivalente al nivel de tu salud.

Una salud optima nos da la energía para que dentro de las 16 horas que estamos despiertos, podamos hacer lo que deseemos.

No se trata de tener un cuerpo escultural (si bien ayuda, pues eleva la autoestima). El primer objetivo es que el cuerpo funcione correctamente todo el día, incluyendo al momento de dormir.

Conexión: La vida es compartir momentos y experiencias

Sé que suena raro planificar esta área. Se escucha muy falso agendar que le voy a marcar a las 19:02 a mi pareja, y es que este punto si bien se puede ocupar para eso, va mucho más allá.

Se trata más que nada para tener contemplado el planear viajes o reuniones con tus amigos o familia, conexión con el universo en forma de gratitud, para conectar contigo mismo, etc.

Hay veces que estamos tan adentrados en nuestros objetivos que nos olvidamos de algo súper esencial: compartir esos momentos especiales.

Este punto es para tanto conexión externa, como espiritual e interna.

Propósito: ¿Qué puedes ofrecer al mundo? ¿Qué deseas alcanzar?

Es mentira que todos tenemos un propósito, ¡tenemos cientos, sino es que miles! Queremos lograr el éxito en el amor, en el dinero, en la salud, con nuestros amigos, etc. Suena difícil conseguir la plenitud en cada uno, pero con la planificación adecuada, es posible.

Hay propósitos egoístas y de servicio, que sean diferentes no significa que estén peleados entre sí, ni que uno sea bueno y el otro malo. Mientras no le hagas daño a nadie, siéntete con el derecho de proponerte hacer todo lo que desees.

En esta área vas a poner todas las acciones que te acerquen a tu objetivo.

Si no sabes dónde vas, no importa el camino que elijas.