A veces creemos que para lograr nuestros sueños debemos de hacer un sinfín de cosas, sin darnos cuenta de que, en ocasiones lo más efectivo es simplemente deshacernos de aquello que nos estorba. Para conseguir el año de tus sueños, debes de por lo menos eliminar dos cosas de tu vida; la culpa y la victimización.

La culpa está en el pasado, no importa cuánto te arrepientas, lo hecho está hecho y no hay nada en el mundo que lo pueda cambiar. No hay una máquina del tiempo que modifique el pasado. Eso no significa que seas irresponsable, de hecho, muchas veces ese cargo de consciencia desaparece cuando le haces frente a aquella carga. Cuando te culpas por algo que hiciste (o no) el día de ayer, dejas de apreciar el presente, y, por lo tanto, pierdes el control de tu futuro.

Si hay algo que puedas hacer hoy para afrontar ese sentimiento de culpa, hazlo, no hay atajos. Si debes pedir perdón, pídelo, sobre todo si la persona a la que necesitas ofrecer tus disculpas es a ti mismo. Somos humanos, equivocarnos es algo natural. Puedes aprender de tus errores o permitir que te atormenten por el resto de tus días. No estoy diciendo que sea fácil, pero sin duda, hacerlo será de gran ayuda. La decisión es tuya.

Por otro lado, está el estado del ser llamado “victimismo”, donde todo lo que sucede es en tu contra. Que si el gobierno… que si tu amigo… que nadie se pone en tu lugar… que esto… que aquello… no te conozco, no sé por lo que has y estás pasando, y viceversa, pero sí te puedo decir algo; el tomar la posición de víctima no te va a dar la vida que deseas. Por el contrario, te va a dar cientos de cosas y situaciones de las cuales quejarte todavía más.

El universo no te da lo que pides o deseas, sino lo que eres. Por eso la gratitud es tan importante, (ya entraremos de lleno en otro capítulo de ese tema). El punto es que, si te comportas como una víctima, tendrás situaciones donde tendrás la oportunidad de ser la víctima, así de sencillo. Ojo, es muy diferente haber sido víctima de cierta circunstancia, que seguir siéndolo todos los días. Si te pasó algo malo, quedó en el pasado, tienes un futuro que puede ser brillante, no lo opaques viendo hacia atrás.

No todo es blanco y negro. Ser bueno no significa que sólo te pasarán cosas buenas, habrá malas, tal vez pésimas, pero si te enfocas en las situaciones positivas, con el tiempo, estas serán más y mejores.

La culpa es una carga de la cual debes liberarte. En algún punto de nuestras vidas todos hemos sido víctima de una circunstancia, pero si te aferras a ella, estás perdiendo tu poder de creación.

Enfrentar la culpa puede ser el método más difícil, pero suele ser también el más efectivo. Sólo ten cuidado, muchas veces por quitarnos ese sentimiento terminamos lastimando a más personas, asegúrate que el quitarte esa culpabilidad no genere más cargas en ti o en otros.

Dejar de victimizarte puede ser complicado, siempre será más fácil culpar al vecino. Nadie se hará responsable de tu vida. Tú eres quién debe darte todo lo que desees. Debes de hacerte responsable de las cosas buenas y malas que tengas en tu vida.

Tienes que hacerte responsable tanto de tu éxito como de tu fracaso, porque fracasar no es otra cosa que dejarlo de intentar, y mientras estés respirando, tienes una nueva oportunidad a cada segundo que pasa.

Tómate unos minutos para ser consciente; ¿de qué me estoy victimizando actualmente? ¿de qué siento culpa?